5.6.08

Por qué nunca les dijimos que eran un desastre ???

Hablando de sexo, todas hemos tenido relaciones espantosas por donde se las mire. Sobre todo cuando somos más chicas, ni nosotras tenemos en claro lo que nos gusta y lo que no, así que mal podemos pedirlo.
Pero, viéndolo en perspectiva… Dios mío … qué de paquetes nos hemos comido.
Y una vez que estabas ahí, que te habías sacado la remera…¿cómo parar? Mejor dicho, ¿Cómo pararlo?
Ya te diste cuenta que no iba a andar, algo no te gustó, no te enganchás, estás pensando en otra cosa. No te gusta su olor, o su piel, pensaste que iba a ser distinto, TE QUERES IR. Inventás una excusa, un olvido, no pasa. Él está como una pipa, imparable. Y es más sencillo resignarte, esperar que termine lo antes posible, que ponerte a discutir, aguantarte que te digan histérica, para que viniste (la verdad!), no vas a salir a las tres de la mañana a tomarte un taxi, Dios, para que vine. Que termine, ahhhh, sí, sí, dale, terminemos con esta pavada, ahhhhh, sí, me encanta, que termineeeee!!!!!!
Y él como un conejo, reemplazando maña con fuerza, y encima creyéndose homo eroticus super macho. Fingís un orgasmón, él cree que gozaste como loca. Pero si él NO TE INTERESA….y lo más probable es que no lo veas nunca más….¿Por qué no le decís que es horrible, que lo pasaste para la mierda, que ni aunque se quedara dos días saltando arriba tuyo llegarías a un orgasmo???
¿Será por conservar una buena reputación sexual? ¿Será por miedo? ¿Vergüenza?
Mirá, si de algo me arrepiento es de no haberle dicho a un par que eran de madera, patéticos, impresentables, completamente inútiles.
Señorita Corazón, la que se toma revancha, a la distancia.